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jueves, 3 de julio de 2008

Intensas gestiones para asegurar los votos

Diputados negociaron con Cristina y Néstor Kirchner ampliar los beneficios para el agro y buscar el aval del sector de Buzzi
Solá y Sarghini, en uno de los intervalos de la multitudinaria reunión de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados Foto: Fabián Marelli

El de ayer era un día de definiciones, pero terminó siendo un día de dilaciones. Los diputados del oficialismo decidieron postergar hasta hoy el dictamen sobre las retenciones al agro, que pretenden llevar mañana al recinto para su discusión.

La demora tiene que ver con un último intento de los legisladores kirchneristas de obtener la venia de la Casa Rosada para ampliar el abanico de compensaciones y beneficios a los pequeños y medianos productores (sin tocar el nivel de retenciones), con un doble objetivo: sumar más votos para aprobar la iniciativa en el recinto -que hoy aparecen justos- y legitimar la propuesta con el guiño de Federación Agraria, que conduce Eduardo Buzzi.

Sin embargo, hasta anoche las perspectivas no eran muy alentadoras para los diputados oficialistas, aunque las tratativas en la Casa Rosada continuaban al cierre de esta edición.

Ayer, de hecho, fue una jornada de frenéticas reuniones, tanto en la Cámara de Diputados, en Balcarce 50 y en la residencia de Olivos. La cúpula kirchnerista, encabezada por Agustín Rossi (Santa Fe), iba y venía con distintas propuestas con la esperanza de que fueran aceptadas por la presidenta Cristina Kirchner. Paralelamente, el diputado santafecino Jorge Obeid se entrevistó con Néstor Kirchner, a quien le llevó la propuesta de incluir dentro de las compensaciones a cobrar del Estado a los productores de soja y girasol hasta 1000 toneladas (la propuesta oficial se limita a 750 toneladas).

Entre los papeles de Rossi -que se entrevistó por la tarde con la presidenta Kirchner- figuraba una propuesta de Federación Agraria de incluir a los productores de trigo y de maíz en el esquema de compensaciones.

También llevó la idea de segmentar a pequeños y medianos productores a la hora del cobro de los reintegros, con el fin de que quienes produzcan menos toneladas de granos, reciban más compensaciones del Estado.

Todas estas iniciativas son del diputado Claudio Lozano (CTA-Capital), que, a su vez, tiene un fuerte vínculo con el bloque SI, que conduce Eduardo Macaluse (Buenos Aires). Son, en total, diez votos vitales para el oficialismo.

Macaluse, en un intento de despegarse de las versiones que ya señalaban a su bloque como aliado del kirchnerismo, enfatizó ayer que, tal como está planteado, las modificaciones incluidas en el proyecto oficial son "insuficientes". Estos cambios, según anticipó el bloque oficialista, incorpora compensaciones sobre soja y girasol hasta 750 toneladas (el proyecto del Ejecutivo la limita a 500) y flexibiliza los requisitos de acceso a dichos reintegros. Asimismo, se incluirá una nueva ley de arrendamiento y se gravará con el impuesto a las ganancias a los pools de siembra constituidos como fideicomisos.

Para Lozano, al igual que Macaluse, la propuesta oficial es insuficiente. "Jugaremos con la Federación Agraria", ratificó Macaluse. Es decir, sólo si esta entidad avala el proyecto oficial, el kirchnerismo contará con su apoyo.

El problema de los votos no es un tema menor en el oficialismo. Su intención es sesionar mañana en sesión especial, con lo que necesitarían mayoría simple (mitad más uno de los votos) para aprobar el proyecto oficial. Sin embargo, aparece un detalle que no es menor: el quórum. Para ello se requiere, necesariamente, 129 diputados sentados en sus bancas.