Tensión. La Gendarmería quedó desbordada por los choques entre manifestantes.
Esta vez, en Chivilcoy, el escrache que tenían preparado los productores no era para el gobernador Daniel Scioli –como el día anterior en Olavarría– sino para la presidenta Cristina Fernández. Pero el plan fracasó. La protesta estuvo a centímetros de terminar en una batalla campal entre ruralistas y gendarmes primero, y después entre ruralistas y militantes del Movimiento Evita, el MUP y Federación Tierra y Vivienda. Hubo golpes, forcejeos, un poco de sangre, banderas robadas y amenazas al por mayor.
“La Gendarmería nos dijo que no podíamos pasar por arriba de la ruta. Entonces pasamos por la banquina: así de simple”, explicó Roberto Berardo, un productor que llegó al lugar desde Carlos Casares. Al lado suyo, una señora de 40 años y un señor de 50 debatían si quemar, o no, una bandera argentina que decía “Vamos Cristina”, que algún militante oficialista había perdido en un revoleo. Al final, desistieron.
Los productores burlaron primero a la policía, que había cruzado las camionetas en la ruta 5. Llegaron hasta la rotonda, a la altura del kilómetro 154, y se encontraron con dos camiones hidrantes, seis Mercedes Benz Sprinter y dos cordones de cincuenta efectivos de Gendarmería cada uno, con palos, escudos y protecciones. Y la orden de no dejarlos pasar.
“La Gendarmería nos dijo que no podíamos pasar por arriba de la ruta. Entonces pasamos por la banquina: así de simple”, explicó Roberto Berardo, un productor que llegó al lugar desde Carlos Casares. Al lado suyo, una señora de 40 años y un señor de 50 debatían si quemar, o no, una bandera argentina que decía “Vamos Cristina”, que algún militante oficialista había perdido en un revoleo. Al final, desistieron.
Los productores burlaron primero a la policía, que había cruzado las camionetas en la ruta 5. Llegaron hasta la rotonda, a la altura del kilómetro 154, y se encontraron con dos camiones hidrantes, seis Mercedes Benz Sprinter y dos cordones de cincuenta efectivos de Gendarmería cada uno, con palos, escudos y protecciones. Y la orden de no dejarlos pasar.
