¿Una postal destinada al ocaso? El coordinador general de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación, Belisario Álvarez de Toledo, aseguró que "aún hay tiempo para el cambio". (Télam)
Si no se cambian las políticas vigentes, dentro de cuatro años desaparecerá el mercado de exportación de carnes de calidad y el país, reconocido a nivel mundial por la calidad y la cantidad de su carne, deberá recurrir a la importación para abastecer a la población, advirtió el coordinador general de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación, Belisario Álvarez de Toledo.
"Aún hay tiempo para el cambio", aseguró el titular de la entidad, tras asegurar que el contexto internacional del mercado de la carne representa una gran oportunidad para la Argentina, pero para aprovecharla se deberían modificar las condiciones de comercialización, tanto en el consumo interno como en las ventas al exterior. Además, se debería interrumpir el intervensionismo oficial en los mercados y se deberá garantizar la previsibilidad.
"En la misma superficie que ocupa la ganadería actualmente se podrían disponer 5,7 millones de vacas adicionales, cuya producción, llevada al peso de faena, daría lugar a una oferta adicional de carne de 1,5 millones de toneladas, que significarían un aumento del 49 por ciento respecto de la situación actual”, informó.
LAS CAUSAS. Álvarez de Toledo explicó a la agencia de noticias DyN que el comportamiento negativo en la ganadería es provocado por los riesgos crecientes que enfrentan los eslabones intermedios de la cadena de la carne, frente a las regulaciones y el intervencionismo oficial en la comercialización interna y externa del producto.
El especialista afirmó que desde 2006 los costos de la ganadería se elevaron en un 50 por ciento mientras que el ternero mantiene el mismo valor.
Además, aseguró que el aumento en la producción ganadera se detuvo en 2005, pero la cantidad de hacienda faenada siguió aumentando, lo que llevó a una disminución del stock.
También, destacó que la ganadería de las zonas pampeanas se está trasladando a otras regiones, como el NOA y el NEA, donde la productividad es menor. Para ejemplificar, explicó que cada 100 vacas que se trasladan se producen 21 terneros menos.
"Aún hay tiempo para el cambio", aseguró el titular de la entidad, tras asegurar que el contexto internacional del mercado de la carne representa una gran oportunidad para la Argentina, pero para aprovecharla se deberían modificar las condiciones de comercialización, tanto en el consumo interno como en las ventas al exterior. Además, se debería interrumpir el intervensionismo oficial en los mercados y se deberá garantizar la previsibilidad.
"En la misma superficie que ocupa la ganadería actualmente se podrían disponer 5,7 millones de vacas adicionales, cuya producción, llevada al peso de faena, daría lugar a una oferta adicional de carne de 1,5 millones de toneladas, que significarían un aumento del 49 por ciento respecto de la situación actual”, informó.
LAS CAUSAS. Álvarez de Toledo explicó a la agencia de noticias DyN que el comportamiento negativo en la ganadería es provocado por los riesgos crecientes que enfrentan los eslabones intermedios de la cadena de la carne, frente a las regulaciones y el intervencionismo oficial en la comercialización interna y externa del producto.
El especialista afirmó que desde 2006 los costos de la ganadería se elevaron en un 50 por ciento mientras que el ternero mantiene el mismo valor.
Además, aseguró que el aumento en la producción ganadera se detuvo en 2005, pero la cantidad de hacienda faenada siguió aumentando, lo que llevó a una disminución del stock.
También, destacó que la ganadería de las zonas pampeanas se está trasladando a otras regiones, como el NOA y el NEA, donde la productividad es menor. Para ejemplificar, explicó que cada 100 vacas que se trasladan se producen 21 terneros menos.
